Decidir entre cuarzo y granito para una remodelación puede ser un desafío. Consideremos que uno de los aspectos más importantes a evaluar es la durabilidad. El cuarzo es conocido por ser extremadamente resistente a los arañazos y las manchas debido a su composición. Está hecho de aproximadamente 90% de cuarzo natural mezclado con resinas y pigmentos, lo que le confiere una densidad y dureza sorprendentes. Por otro lado, aunque el granito es una piedra natural muy resistente, tiene una composición más porosa, lo que puede hacerlo susceptible a manchas si no se sella correctamente. En este aspecto, algunos estudios muestran que el cuarzo requiere menos mantenimiento a lo largo de los años, lo cual podría ser un factor decisivo para quienes prefieren una opción sin complicaciones.
Otro factor crucial es el costo. El precio de instalación del granito puede variar ampliamente, generalmente entre los 50 y 200 euros por metro cuadrado, dependiendo de la rareza del patrón y la calidad de la piedra. En comparación, el cuarzo suele costar entre los 70 y 150 euros por metro cuadrado. Aunque el granito podría tener opciones más económicas, el cuarzo ofrece una gama de colores más consistente, dado que es un producto fabricado. Se puede elegir entre una multitud de diseños que imitan otras superficies con una variabilidad mínima de una pieza a otra, lo cual es ideal para aquellos que buscan un acabado específico.
Además, una encuesta realizada por una conocida revista de diseño de interiores reportó que aproximadamente el 60% de los diseñadores de interiores prefieren cuarzo sobre granito debido a su versatilidad y la facilidad con la que encaja en proyectos de diseño moderno. Este material puede integrarse perfectamente en estilos contemporáneos gracias a su apariencia uniforme y elegante. Mientras tanto, el granito, con sus patrones naturales, sigue siendo una opción popular para quienes buscan un toque más tradicional y rústico.
Al plantearse cuál es la mejor opción, es fundamental pensar en el uso del espacio. Si se trata de una cocina, el pragmatismo del cuarzo suele imponerse, gracias a su resistencia al calor moderado—aunque no se recomienda colocar directamente ollas calientes—y sobre todo a su fácil limpieza. El granito también puede soportar altas temperaturas, pero, dado su carácter natural, requiere un tratamiento más cuidadoso para evitar daños a largo plazo, como fisuras o decoloraciones.
Así que, si buscas una superficie que combine estética moderna, durabilidad y menor mantenimiento, el cuarzo podría ser la mejor elección para ti. Sin embargo, si valoras la belleza natural y única que solo la piedra extraída directamente de la tierra puede brindar, entonces el antiguo encanto del granito tiene mucho que ofrecer.